¿Qué está ocurriendo en esta sociedad? Sólo hay noticias de guerras, violaciones, muertes, gente sufriendo....... Y si sales a la calle las cosas no son diferentes: Gente deshumanizada y amargada, que no mira por los demás y sólo por su propio beneficio.
¿Por qué nos comportamos así? Para mí la respuesta es muy sencilla: Porque no nos amamos a nosotros mismos. Porque buscamos en el exterior miles de títulos, objetos, personas o experiencias para sentirnos felices. Y ahí no se encuentra la felicidad, ni mucho menos.
La gente nos enseña a que amarse a sí mismo no está bien, porque tenemos un falso concepto de lo que es, y porque muy pocas personas se aman de verdad. Tal vez ése sea el problema. Y yo te pregunto si me estás leyendo: ¿Qué quieres para alguien que de verdad aprecias y quieres de todo corazón? Seguramente la mayoría de las personas dirán: le deseo lo mejor y que sea feliz.
Pues eso es lo que debemos desearnos a nosotros, lo mejor, la felicidad. ¿Y qué es la felicidad? Muchos os diréis el dinero, el poder, la fama... Pero todos conocemos muchos casos de gente como Kurt Cobain, Amy Winehouse, Whitney Houston y muchísimos más que demuestran que eso no da la felicidad.
Piensa en tu jefe o en la gente que tiene poder: ¿Crees que pueden ser felices con tanta gente a su cargo, cada uno con una personalidad y una manera de ser distinta? ¿Crees que pueden dormir tranquilos pensando en los problemas de trabajo? ¿Son realmente felices? Seguro que la mayoría dudarán en contestarte y muchos de ellos te dirán que no. Porque tienen todo lo material pero no son felices.
Para amarse a sí mismo y ser feliz, primero, tenemos que reconocer una cosa: Que todos somos maravillosos y únicos. Sin sentirnos superiores ni inferiores. Somos únicos y tenemos mucho potencial.
Luego es buscar lo mejor para nosotros mismos, o sea la felicidad, pero, como hemos visto, la felicidad no la da la fama, el poder, el dinero o las cosas materiales. Entonces... ¿que da la felicidad? muy sencillo, la felicidad es la Paz Interior, el sentirnos tranquilos de que cada día somos mejores personas con nosotros y con los demás. El estar a gusto en nuestro propio cuerpo. El tener la conciencia tranquila de que día a día hacemos algo para hacer un mundo mejor.
Sólo así podrá cambiar la sociedad, porque, si nos amamos a nosotros mismos, aprenderemos a amar a los demás. Y al amarlos, les desearemos lo mejor y no les haremos ningún tipo de daño.
Y ahora piensa ¿Realmente te quieres a ti mismo?
